Desde Grazalema (Cádiz) hasta Sierra Gorda (Loja) se extiende una cadena montañosa formada por diversas sierras, algunas tan conocidas como la Sierra de Ubrique o El Torcal de Antequera y otras menos conocidad como el Torcal de Alfarnate, el cual tuve el gusto de visitar este verano.
Este eje de sierras, está constituido por afloramientos de rocas jurásicas y cretácicas de naturaleza carbonatada, la cuales se originaron a partir de sedimentos calcáreos formados por la acumulación de grandes cantidades de restos de esqueletos de organismos sobre los fondos marinos.
La colisión de la placa de Alborán con la Africana hace 21 millones de años, provocó el desplazamiento, emersión y levantamiento de estos fondos, siendo plegadas, fracturadas y desplazadas formando la Cordillera Bética.
Es a partir de este montento cuando los agentes erosivos comienzan a realizar su acción sobre la piedra caliza (principal componente de este fenómeno por su facil disolución con el agua). Hielo, viento y agua desarrollarán los sistemas kársticos, tanto en la superficie como en el subsuelo (endokarst) en un lento proceso de miles o millones de años y, resultante de ello, es un conjunto de disoluciones en superficie (dolinas, poljes y lapiaces) así como cavidades subterráneas (galerias y simas).
Cerca de Granada disponemos de paisajes kársticos como La Alfaguara o
Sierra Arana que están fuera del eje subbético pero que son ricos en
este
fenómeno. En las siguientes fotografias (de la Alfaguara) puede
observarse la entrada a la Cueva del Agua (sima) asi como piedra caliza
erosionada. | ||
| Fotografia cenital de la entrada a la cueva del agua. |
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| Modelado kárstico cerca de la Cruz de Viznar. |
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