 | |
| Berta Wilhelmi |
Este es sin duda uno de esos lugares hechizados, un lugar al que cada vez que vas, la percepción es diferente. Un lugar que parece que cambia de lugar, donde es fácil perderse, donde parece que el camino se alarga más que la vez anterior y que cuando se llega a el un halo de misterio te abraza, te envuelve, te seduce. Sus dos cipreses flanqueando la entrada, majestuosos, viendo como pasa el tiempo, son los únicos y verdaderos testigos de los extraños sucesos que dicen suceden.
Esta es la parte legendaria, pero su parte histórica es la de un hospital construido por Berta Wilhelmi. Nace en 1858 en Heilbronn (Alemania) en el seno de una familia acomodada. Hija de Fernando y Carolina, su padre se traslada a Granada para montar una fábrica de papel, mientras ella junto con su madre y su hermano Luis al que estaba muy unido permanecen en su país natal. Al morir este de tuberculosis Berta contaba con 12 años de edad y se traslada a vivir a Granada.
Funda en Patronato Antituberculoso de La Alfaguara y poco después, en 1923, construye el hospital para tuberculosos. Dedicada plenamente a esta acción y de forma altruista, acoge a enfermos para dotarlos de una buena calidad de vida pues esta enfermedad no tenia cura. Un año después, en 1924, organiza lo que hoy podíamos llamar una escuela de verano para niños.
Al comenzar la Guerra Civil Española, volvió a Alemania, y al iniciarse la II Guerra Mundial decidió volverse a España y reabrir el sanatorio, que había quedado abandonado por la contienda española. Pero al intentar salir de Alemania con su hijo, de unos 12 años, le impidieron que cruzase; "quedo con el que se verían en La Alfaguara, acontecimiento que nunca sucedió y que se desconocen los motivos". El año 1931 sufre un infarto cerebral murieno tres años mas tarde, en 1934 acompañada de su hija Berta y su sobrina Emma.
Funda en Patronato Antituberculoso de La Alfaguara y poco después, en 1923, construye el hospital para tuberculosos. Dedicada plenamente a esta acción y de forma altruista, acoge a enfermos para dotarlos de una buena calidad de vida pues esta enfermedad no tenia cura. Un año después, en 1924, organiza lo que hoy podíamos llamar una escuela de verano para niños.
Al comenzar la Guerra Civil Española, volvió a Alemania, y al iniciarse la II Guerra Mundial decidió volverse a España y reabrir el sanatorio, que había quedado abandonado por la contienda española. Pero al intentar salir de Alemania con su hijo, de unos 12 años, le impidieron que cruzase; "quedo con el que se verían en La Alfaguara, acontecimiento que nunca sucedió y que se desconocen los motivos". El año 1931 sufre un infarto cerebral murieno tres años mas tarde, en 1934 acompañada de su hija Berta y su sobrina Emma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario